Inicié en la crianza en el 2008, con una hembra sin registro de nombre Aki, hermosa por cierto, que llegó de manera muy circunstancial a mi vida y de la cual yo no conocía nada de la raza, sin embargo me enamoré inmediatamente porque resultó ser una hembra muy tranquila y equilibrada como lo es en general el Dogo de Burdeos, además de que se adaptó muy bien a mi entorno.
En 2009 compré mi primera Dogo de Burdeos con registro internacional y de allí no he parado, ya que es un gusto muy lindo poder trabajar en pro de la raza, no ha sido fácil porque es un gusto caro, hemos invertido en muy buena alimentación para nuestros ejemplares, en instalaciones, en adquirir cachorros con un mejor linaje o genotipo y fenotipo, así como tener médicos veterinarios de confianza que nos acompañan en este andar.
El participar en las expos, nos permite medirnos con otros perros en su mayoría de calidad, sin embargo el compromiso es con uno mismo, debemos ser siempre nosotros los mejores jueces de nuestro trabajo, ese es el verdadero compromiso.
En un principio el criadero no tenía nombre, pero luego busqué a un primo que se dedicaba a la publicidad de manera profesional, que me apoyase con un nombre, le platiqué en que consistía y de una lista de varios nombres seleccionamos Casta (casta de campeón) y Burdeos (lugar de origen de la raza), dando lugar a Casta Burdeos, con el eslogan “El Valor de la Raza” y justo en una de tantas noches de insomnio de lo que invierto o gasto para dar a conocer a los perros, me surge la idea de empezar a vender correas y pedí la distribución de una marca para vender correas de puerta en puerta, en este caso de clínica en clínica y así fue como inició la tienda de accesorios y alimentos Casta de Burdeos #alcuidadodetumejoramigo.
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